Bendita liquidez
Con cierta frecuencia me preguntan si ahora que el mercado ha salido como una bala y yo me he quedado mirando me arrepiento de no haber entrado cuando pareció que podía haberse producido una señal, si merece la pena ser tan estricto con la exigencia de todos los requisitos. Y mi respuesta es invariable: no me arrepiento, ni mucho menos. Es más, estoy muy feliz.
El pasado uno de agosto, en un post titulado Wall Street presenta una pauta terminal mortal de necesidad, anuncié mi entrada en completa liquidez con la renuncia a operar en el lado largo. Operaría en el corto si se producían las condiciones adecuadas, y no se dieron, así que sigo en liquidez. El mercado parece haberse girado, pero mi sistema, el mío y no otro, no ha dado señal. Y sigo en liquidez. Y feliz y contento. No fue mal sitio para no volver a operar largo, aunque hubo quien me dijo de todo por predecir el bajonazo…
En realidad, el menor de los males es estar en liquidez, no haberte subido a la ola junto en el momento en el periodo en el que empezaba a formarse. Habrá más olas. En cambio, los surfistas lo saben bien, subirte a una ola a destiempo supone casi siempre un batacazo, seas un as del surfeo o un principiante. Si no logras estar en un buen equilibrio antes de que la ola empiece a romper, romperás con ella, así que los buenos surfistas dejan pasar olas hasta subirse a la que consideran buena y segura.
Hace ya mucho tiempo que me quejé porque en la inmensa mayoría de los manuales de trading (y en la totalidad de los que no pueden llamarse manual de trading) sólo se extienden en dos posturas frente al mercado: largo o corto, comprado o vendido, toro u oso. Pero hay tres posturas frente al mercado y precisamente esa tercera es la más importante: la liquidez.
Cuando el inversor no tiene las cosas claras ¿por qué apostar casi irracionalmente por uno de los dos bandos si existe la posibilidad de no apostar? Precisamente por eso, porque la mayor parte de los traders no son sino apostadores. Refinados, pero apostadores. Apostadores de supuesta ventaja, la de saber qué va a hacer el mercado, que por lo general termina siendo una desventaja ya que el mercado hace lo que le viene en gana.
Tengo un buen sistema y ése sistema se basa en el Market Timing, que no es otra cosa que la detección de momentos en los que las entradas pueden ser rentables y sobre todo seguras. Gracias a este sistema he evitado entregarle una buena parte del dinero que he ganado al marcado. Ciertamente, he perdido la oportunidad de ganar más dinero, ya sea operando en el lado corto o aprovechando aquella «casi señal» del último mínimo, pero hay que analizar las cosas con algo más de seriedad.
En el peor de mis años de los últimos tiemp0s he perdido un 4% y, sí, este año prácticamente no he operado. Pero es que era lo que había que hacer o lo que yo puedo hacer con los fundamentos y herramientas que tengo. Otros podrán hacer las cosas de otras formas pero yo no y así sigo, con paciencia, viendo los toros desde la barrera y sin entregar ganancias al mercado.
¡¡Buen trading!!
NOTA DEL AUTOR. Todo lo expuesto en este artículo es fruto de mi análisis, que es el resultado de años de formación y trabajo. Si te ha gustado, me haces un gran favor si lo compartes en las redes sociales. Mis análisis los publico exclusivamente con fines didácticos y no representan en absoluto una invitación a realizar operación alguna en el mercado, ni con acciones ni con ningún otro instrumento financiero. Si quieres profundizar en el estudio de los indicadores de amplitud, tanto en nuestro libro como en nuestro foro encontrarás las herramientas necesarias para hacerlo. Si necesitas una primera aproximación, nuestra Guía Rápida del Sistema puede servirte como aproximación a lo que hacemos.