Cosas que necesitas si quieres invertir en Bolsa (II): ¿Cuál es tu motivación?

Cosas que necesitas si quieres invertir en Bolsa (II): ¿Cuál es tu motivación?

Quieres invertir en Bolsa pero andas perdido. O las cosas no van como pensabas y hay que replantear conceptos. Seguimos con esas cosas que necesitas y nadie te contará. Hoy vamos con la motivación que le lleva a intentar convertirte en trader.

Últimamente no puedes dar un paso por internet sin encontrarte con la palabreja: motivación. Se plantea que debemos estar motivados en nuestro trabajo, en nuestra relación de pareja, en nuestra vida en general… pero se habla de motivación como de algo abstracto y demasiado a menudo olvidando que para que haya motivación tiene que haber motivo pero que no siempre que hay motivo hay motivación.

imposible

En nuestro caso, si de verdad quieres tener éxito en tu incursión en la Bolsa, el motivo debe llevar a la motivación. Es obligatorio que recordar el motivo por el que emprendes este viaje te ponga las pilas, te ilusione, te motive. Si no es así, acepta mi consejo y no empieces a recorrer este camino.

El dinero es motivo pero no siempre motivación

Muchos pensarán que tener un motivo es sinónimo de tener motivación y no es así. No, no son palabras equivalentes y lo vais a comprender con un ejemplo muy sencillo: el motivo por el que muchos trabajan a diario en un curro de mierda, de auténtica mierda, es el dinero que reciben a fin de mes, poco o mucho. Y desde ya os digo que ese motivo no induce a la motivación. Que cobres a fin de mes no equivale a que tu trabajo te motive, a que acudas cada mañana a él dispuesto a dar el cien por cien. No te pone las pilas al acostarte en la noche del domingo el planazo de levantarte temprano el lunes para ir a currar.

Esto es así en el 99,99% de los tipos y de los trabajos. Hay personajes excepcionales a los que su trabajo les motiva tanto como para no poder dejar de trabajar en ningún momento. Aparte de que deben hacerselo mirar, no son un ejemplo representativo. En general, tener que ir a trabajar es un castigo bíblico («ganarás el pan con el sudor de tu frente») y salvo a los masoquistas, a nadie le motiva un castigo.

Lo tenemos claro, ¿verdad? El dinero puede ser un motivo pero no es el mejor de los motivos. Entonces ¿por qué siempre tratan de echarnos el guante respecto a la Bolsa prometiendo dinero?

Vayamos con el primer motivo: porque aprovechan que más del 90% de las personas pierden su capacidad de análisis, de raciocinio, de mínima prevención, cuando se les habla de dinero fácil. Y esto es así por comparación con lo que les cuesta ganar una mierda cada mes. El humano normal, el currante, siempre está dispuesto a escuchar promesas de dinero fácil por contraposición a lo difícil que se le hace ganarlo.

Complementariamente o precisamente por lo que nos cuesta ganar el dinero, todos aspiramos a que un golpe de suerte nos saque de esta situación así que todos llevamos potencialmente un ludópata escondido. Unos lo controlan mejor y «solo» gastan dinero en juego en Lotería de  Navidad, otros echan semanalmente la Primitiva, otros juegan a diario a los ciegos y últimamente las casas de apuestas proliferan en nuestras ciudades y no creo que sea precisamente porque no acude la gente.

Es curioso. Cuando le demuestras a alguien que la esperanza matemática de que te toque la Lotería es infinitesimal y que no merece la pena tirar un euro en ella, lo asume con naturalidad y subraya que «sí, pero siempre le toca a alguien, ¿y si esta vez es a mí?» En cambio, cuando les dices que un buen sistema de inversión tiene esperanza estadística positiva, desdeñan la posibilidad de tener ganancias con un alto porcentaje de seguridad.

En ambos casos, el cebo es el mismo, el dinero. ¿Qué les separa? El esfuerzo que tienen que poner en conseguirlo. Echar la Primitiva no requiere esfuerzo y suponen que invertir en Bolsa sí requiere esfuerzo. De ahí que los vendeburras pongan tanto énfasis en una serie de características de su sistema que ni son verdad ni son mentira pero que lo hacen muy atractivo al entender del pardillo:

  • Es fácil
  • Requiere poco esfuerzo (lo del par de horas diarias es una constante)
  • Se pueden conseguir ganancias millonarias

Si ya has hecho el ejercicio de autonocimiento que te propuse en el post anterior, acepta uno de estos cursos solo si eres capaz de no tener sentimientos, si eres como un autómata, si Raikkonen a tu lado es un tipo nervioso, si has demostrado anteriormente que como mejores resultados obtienes en todo en esta vida es bajo presión extrema, si eres disciplinado hasta el límite de lo enfermizo, si jamás te alteras, si tu autocontrol está fuera de todo parámetro razonable. Si eres así, puedes trabajar dos horas diarias con un sistema de inversión intradiario y tener éxito. Y en este caso, el motivo y la motivación coincidirán porque no tienes emociones: te bastará el dinero.

En cambio, para el común de los mortales, el dinero nos va a servir como motivo pero no como motivación. Por lo general, con sistemas de inversión a largo plazo lo que se va ganando, especialmente al principio, no son cantidades de dinero tan importantes como para que te motiven, sobre todo si has comenzado con poco dinero puesto sobre la mesa, que es lo que suele hacer la mayoría de la gente sensata.

Generar tu propia pensión sí puede ser una motivación

Por tanto, hay que buscar una motivación y te voy a ofrecer una que no te va a dejar indiferente: Si no pones tu dinero a trabajar ya, cuando llegues a la jubilación las vas a pasar canutas.

pensión

¿Has pensado seriamente cuánto vas a cobrar de pensión de jubilación? Te cuento un pequeño secreto: en el sistema de pensiones español, las cotiazaciones de los trabajadores actuales financian las prestaciones de los pensionistas actuales. Por tanto, cuando tú te jubiles, los trabajadores de ese momento financiarán tu pensión.

Llegados a este momento, la pregunta es obvia: ¿cuánto van a cotizar los trabajadores del futuro con esta tendencia miserable al mileurismo y menos que hace que nuestros mejores jóvenes se busquen la vida por ahí fuera? Y no vale pensar que se suplirá con más trabajadores porque la tendencia no es esa precisamente y nuestra pirámide de población no va en esa línea. Cada vez habrá más pensionistas y menos gente para pagar las pensiones.

A nuestros políticos, sean de signo que sean, se les llena la boca con una expresión que en sí misma es una trampa. Aseguran siempre que tienen un micrófono cerca que «las pensiones están aseguradas». Nadie les podrá llamar mentirosos si cuando te jubiles el monto de tu pensión son 500 euros. Tendrás pensión y todos la tendrán, otra cosa es que puedan vivir con esos ingresos.

El problema es que el sistema de pensiones español tiene una estructura piramidal, de pura estafa que en el ordenamiento penal está tipificada como Esquema Piramidal o de Ponzi, y eso no tiene arreglo salvo haciendo cosas que ningún político está dispuesto a hacer. Y el segundo problema es que los españoles asistimos a este problema como siempre: «ya nos lo arreglarán». Nos quejamos pero nunca actuamos.

¿Y los planes de pensiones?

Ya, ahora viene cuando alguien me dice eso de «yo sí he actuado y tengo un plan de pensiones». Estupendo. Gran opción porque Hacienda te permite desgravarte por tus aportaciones a cambio de cosas de las que a menudo no eres consciente:

  • Si cuando decides jubilarte sacas todo el dinero de tu fondo de pensiones, Hacienda te confiscará un pastón ya que esta operación se grava al tipo marginal de tu IRPF.
  • Si decides cobrar una cantidad fija de tu fondo de pensiones cada mes, estas cantidades incrementarán tu base imponible porque se producirá el milagro de que el producto del ahorro pase a ser considerado renta. Hacienda volvera a sacar tajada.
  • Si decides cobrar una cantidad fija cada mes, la cobrarás solo mientras tengas saldo en tu fondo de forma que si vives muchos años llegará un momento en el que se acabará la paguita del fondo de pensiones.
  • Si optas por una pensión de por vida como forma de cobro de tu fondo, la cantidad que obtendrás para cobrar cada mes será tan ridícula que fliparás (y Hacienda te cobrará también así que se reducirá aún más la pensión). Haz el ejercicio de preguntar a la gestora de tu fondo cuánto cobrarías ahora mismo con una pensión actuarial si tuvieras los 65 años y vas a entender lo que te digo en el momento.
  • Si las cosas no cambian, cuando todo eso te suceda, encima Hacienda no te hará la declaración del IRPF porque tendrás dos fuentes de ingresos, así que tendrás que buscarte la vida o pagar a un gestor que te la haga.

Adicionalmente, los bancos viven de las comisiones que cobran a sus clientes y un plan de pensiones es una máquina de generar comisiones a los clientes. Unas son explícitas y te las cargan año a año y otras no son tan explícitas y van en contra de la rentabilidad de tu fondo porque la gestora del fondo pagará al broker del banco por cada operación que ejecute. Con estos condicionantes, tu rentabilidad es lo que menos le importa al banco. Lo que le importa es que estés ahí para que le generes ingresos solo por estar ahí.

¿No te escama que estas venerables instituciones que te guardan tu dinero y actúan como si fuera suyo te quieran pagar si te llevas con ellos tu plan de pensiones? Pues estos no pierden ni a las canicas así que ya sabes que esperan recuperar rápida y holgadamente la cantidad que quieren pagarte sin despeinarse.

Los planes de pensiones son un negocio para los Bancos y para Hacienda. Solo por eso ya debería estar claro que no son un negocio para tí. Piénsalo un poco y añade algo más: la regulación legal de los planes y fondos de pensiones los obliga a ser tan conservadores que lo de conseguir rentabilidades decentes es ciertamente excepcional.

Sin embargo, si aprendes a manejar tu dinero con soltura, puedes hacerte tu propio plan de pensiones. No tendrás ridículas desgravaciones fiscales (solo interesan de verdad para las rentas más altas) y pagarás impuestos cada año en función de lo que vayas ganando, pero la tributación será la del ahorro y no la de las rentas del trabajo. Basta con destinar dinero a una cuenta y hacer de ella tu propio fondo de pensiones.

Ya, ahora me van a decir que el plan de pensiones le habrá ganado un buen dinero. Llevarán razón pocas veces. De hecho hay estudios más que suficientes, a los que he aludido en artículos anteriores en los que he tratado sobre el asunto de las pensiones, que demuestran que la rentabilidad de los fondos de pensiones españoles deja tanto que desear que en media está al alcance del común de los mortales sin grandes dificultades.

En definitiva, el motivo para que usted se decida a dar el paso para invertir en Bolsa es el dinero. Siempre será el dinero. Pero la motivación no debe ser el dinero. Los objetivos a largo plazo son mucho más motivadores y no basar todo en el dinero sino en lo que se puede conseguir a largo plazo es mucho más recomendable para no caer en el desánimo en los malos momentos, que los habrá.

Ojo, solo le estoy ofreciendo una motivación, pero cada cual puede tener la suya. De hecho, el asunto de la pensión no es mi motivación para estar en el mercado. Y más aún, mi motivación para seguir en esto ha ido cambiando.

Cuando empecé a interesarme por la Bolsa fue desde un punto de vista puramente teórico. Era periodista, escribía sobre Economía y el asunto de la Bolsa estaba ahí así que empecé a leer, a consultar, a preguntar a quienes sabían y estaban a mi alcance. Accedí en primer lugar a la Bolsa como un puro ejercicio intelectual.

En una segunda fase, intenté probar si vivir sin trabajar podía ser una motivación para invertir en Bolsa. Y lo era. El problema es que yo no valía para manejarme adecuadamente en el «trading» intradiario manejando uno de esos sistemas que te puede ofrecer buenas ganancias y vivir confortablemente sin «pegar ni chapa». Yo no era una «máquina» y tuve que aprender a conocerme sobre la marcha.

Cuando me tuve que retirar a mis cuarteles de invierno y adoptar sistemas de inversión a más largo plazo, el asunto de la pensión sí fue una motivación suficiente para seguir en este mundillo, pero volvió a aparecer otra motivación complementaria: el reto intelectual. Diseñé mi propio acercamiento al mercado, mis propios sistemas, escribí mi propio libro…

Y, aunque pueda parecer un poco de Charla TED, finalmente la vida me llevó a mi motivación actual: garantizar un mínimo confort a mi hija discapacitada cuando yo ya no esté. Espero que ésta no sea nunca su motivación. Lo deseo de corazón, pero busque una buena motivación para enfrentarse a diario al mercado o el mercado se lo va a poner muy difícil. Piénselo tranquilamente y en unos días seguimos hablando.

¡¡Buen trading!!

NOTA DEL AUTOR: Nada de lo contenido en el presente artículo debe ser tomado como una invitación a la toma de posiciones en mercado alguno. Se trata de mi análisis particular sobre la situación de las Bolsas, compartido por puro placer y resultado de años de trabajo e investigación en los campos de la amplitud de mercado y la mano fuerte. Si quieres profundizar en alguno de los conceptos utilizados, puedes hacerlo con nuestro libro o en nuestro Foro, pero lo más rápido es que me dejes un comentario con tu pregunta e intentaré ofrecerte algunas respuestas si es que las tengo…

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7 comentarios en «Cosas que necesitas si quieres invertir en Bolsa (II): ¿Cuál es tu motivación?»

  1. Me ha gustado más que el primero, que ya me gustó.
    Tenia un profesor de matemáticas, Aguilar se apellidaba, que decía que el refrán más exacto para España era » ganarás el pan con el sudor del de enfrente».
    Eso es lo que aplican los de los planes de pensiones.

  2. Sabios consejos, gracias por compartirlos sin interés y sin vender nada a cambio. Me gusta lo de «vende burras». Un saludo.