Cuestión de perspectiva
En teoría, lo que más le gusta a un trader es ganar dinero y digo en teoría porque empiezo a sospechar que hay algo que le gusta mucho más: llevar razón. Pero no llevar razón en cualquier cosa: le gusta llevar razón en sus predicciones en torno a lo que va a hacer o no va a hacer el mercado.
Muchos de los mejores traders que conozco son inversores intradiarios y a la práctica totalidad les importa un carajo cual sea la tendencia del mercado. Sólo les interesa lo que ha pasado, como mucho, en las últimas 48 horas y algunos ni eso. Y ganan dinero a espuertas templando sus nervios, haciendo lo que tienen que hacer en cada momento y evitando que la avaricia se apodere de su operativa.
En cambio, quienes operamos a más largo plazo y vemos el mercado como poco en velas diarias, suplimos la menor intensidad de nuestra operativa con una mayor intensidad en las comeduras de coco. Así, contamos ondas, tiramos líneas, diseñamos indicadores cuando los que existen no responden a todo lo que les pedimos y, sobre todo, discutimos con otros traders acerca de nuestras previsiones.
Y no discutimos de cualquier manera, lo hacemos con la pasión que demuestran los futboleros defendiendo sus equipos. Al fin y al cabo, estamos diciendo al mundo que «somos más listos que el mercado» y que somos capaces de anticipar sus movimientos.
Provengo del intradiario, donde no miraba más allá den una semana en velas horarias y la tendencia me parecía algo que podía durar entre cinco minutos y tres horas, así que había que darle su justa importancia y, por supuesto, nunca intentar jugártela al consabido «aquí va a girar el mercado».
Pero desde que soy jugador de más largo plazo sí he entrado en la dinámica de intentar predecir. No he llegado nunca a lo de tomar posiciones en previsión de que la tendencia cambie (hay genios en esta operativa pero son muchos más lo que se arruinan), pero sí participo del juego de la predicción con regulares resultados, todo sea dicho de paso.
Hoy, recordando mis orígenes intradiarios me he propuesto un ejercicio para poner en la debida cuarentena cualquier predicción. He visto cómo dos o más predicciones contrarias pueden llevar razón al mismo tiempo y creo que soy capaz de demostrarlo con unos gráficos, así que allá vamos:
Somos lo que en el argot se define como «swing traders», lo que no es sino inversores que tienen sus posiciones abiertas más de un día, pero no somos todos iguales. Algunos serán cortoplacistas, otros serán medioplacistas y otros más serán largoplacistas. Hagamos el ejercicio de ver el gráfico como lo estudia cada uno de ellos.
El cortoplacista solo verá las velas contenidas en el cuadro azul, trazará el canal que se puede ver en él y deducirá que es momento de subidas porque el S&P 500 ha rebotado en la base del canal y ahora debe encaminarse hacia la parte superior. Por tanto su predicción es «alcista».
El medioplacista es previsible que seleccione en su gráfico un periodo de tiempo parecido al del cuadro rojo, tirará las líneas que vemos trazadas en negro y defenderá hasta la muerte que esta pauta alcista está a punto de tocar a su fin, porque el gráfico dibuja una cuña ascendente de implicaciones fuertemente bajistas.
El largoplacista, por su parte, abrirá el zoom todo lo posible y verá el gráfico tal y como se ha presentado. Lo más probable es que se declare neutral, ya que el precio está en mitad del canal trazado por las líneas azules. Posiblemente, también estará preocupado por la cuña que se ha dibujado en la parte más reciente del gráfico y la podría considerar una pauta terminal, por lo que estaría muy pendiente de la pérdida de la línea inferior de la cuña y, en segunda y definitiva instancia, de la banda inferior del canal.
Tres predicciones completamente distintas y todas ellas válidas. Y posiblemente el tiempo diga que todas ellas pudieron ser falsas, así que tampoco hay que comerse demasiado la cabeza. Los traders de largo plazo podemos dedicar el tiempo a divagar lo que queramos siempre que esas divagaciones no sean capaces de influir en nuestra operativa.
Porque en el fondo, tenemos que seguir el ejemplo de los intradiarios y hacer lo que hay que hacer cuando llega el momento de hacerlo. Al intradiario eso le ocurre tres o cuatro veces al día, al cortoplacista tres o cuatro veces al mes, al medioplacista tres o cuatro veces al año y al largoplacista mucho menos a menudo, porque como reza el aforismo, en realidad es un cortoplacista que el que le salió mal la jugada,
Y para quienes crean que el largoplacista puede estar tranquilo porque su predicción es la más razonable, miremos un gráfico de ultralargo plazo en velas semanales:
En el ultralargo plazo tampoco están las cosas tan claras. El precio se salió de la cuña por donde menos se supone que debe hacerlo, por arriba, y la banda superior de la cuña ha servido de soporte en varias ocasiones para los rebotes, lo que da idea de que se trata de una resistencia sólida. Pero hay una segunda cuña muy vertical trazada en rojo que cada vez está más estrecha por lo que la queda poco tiempo de vigencia. ¿Volverá a salir por arriba o corregirá como dice la costumbre? Y si corrige ¿será capaz la banda superior de la cuña azul de hacer de resistencia sólida?
Como siempre, dejamos las cosas llenas de dudas. Las mismas exactamente que tienen los mercados, que ya no saben si el BCE tiene siquiera dinero para hacer algo más que ir de farol, ni si la Fed va a mantener el ritmo de retirada de los estímulos en Estados Unidos o lo va a incrementar.
Me ha encantado el post y, como dice David, deberían leerlo todos los que empiezan a operar en los mercados.
me ha gustado este artículo. Retrata muy bien los dilemas y las dudas que tenemos los «traders» que caemos en la tentación de cambiar el timeframe de los gráficos demasiado a menudo 🙂
Me alegro que te haya gustado, peor me alegraría más que te ayudara a decidir qué tipo de inversor eres y a que no cambies de timeframe tan a menudo…
Posts como este deberían obligar a leerlos a todo el mundo que quiera iniciarse en el mundo de la RV y los mercados en general.
Enhorabuena Miguel.
PD: ¡espero que lo de llevar razón no vaya por mi! 😉
Va hasta por mí. Va por todos.
Cuanta razón!
Es lo que tiene ser medio-largo plazista, que se tiene demasiado tiempo «libre» para imaginar escenarios y tratar de justificarse.
El intradiario directamente no piensa, solo reacciona. Pero claro, se deja las pestañas delante del monitor todos los días…
Ahora que me das la razón te diré que el auténtico objetivo de esto es ganar dinero. Los retos intelectuales que te ofrece el mercado hay que rechazarlos porque son una trampa para que dudes y pongas en duda tu sistema. Cuando tengas ganas de retos intelectuales, haz un crucigrama blanco y si la cosa te parece fácil coge un cubo de esos de Rubik poliédricos y flipa durante meses…
Totalmente, hay que ser casi un robot.
Cuantas mas vueltas le demos peor, es así. Lo importante es eso, ganar muchíííííísimo mas de lo que perdemos.