¿No puedes o no quieres?
Me van a permitir que dado que ayer fue festivo en el mercado americano y no hay novedades sobre la amplitud (el mercado europeo es pura comparsa), aproveche el día para una pequeña reflexión.
Es una constante en mi vida encontrarme con gente que pone como excusa para no intentar manejar sus propias inversiones el «no puedo» y poco a poco me he dado cuenta de que ese «no puedo» se generaliza como excusa en muchos otros órdenes de la vida, desde los más importantes hasta los más insignificantes. Desde quien «no puede» divorciarse a quien «no puede» bañarse en una playa por si hay algas.
La semana pasada me presentaron a una persona del tipo «no puedo» aprender a manejar mi dinero pero que, en cambio, me dio una brasa realmente importante acerca de bancos y dinero. Tengo una especie de imán para atraer este tipo de pesados que no aportan absolutamente nada y que al final incluso quieren llevar razón no se sabe muy bien en qué. A este le corté de raíz contándole la historia que les voy a contar ahora a todos ustedes.
Mar tiene apenas veintitrés meses y mucha vida aunque con solo cuatro meses muchos médicos no apostaron un euro por ello. Por alguna razón que nadie ha acertado a explicar, con cuatro meses su cerebro se paró, dejó de ver y de oir, dejó de sostenerse porque sus músculos se relajaron. Dejó de todo y a sus padres les dijeron que no había remedio, que la niña se moriría. «Va desconectando dispositivos, como un ordenador cuando se apaga», dijeron
Mar «no podía» ver ni oír pero nadie contó con que «sí quería» ver y oír. Y sus padres, sobrepasados por los acontecimientos y absolutamente legos en la materia, también querían que su hija viera y oyera, así que se pusieron manos a la obra para intentarlo por lo menos. Lo que «no podían» era quedarse de brazos cruzados.
Unos pocos meses después, con el trabajo de sus padres y de un grupo de terapeutas que tampoco podían quedarse de brazos cruzados, Mar logró fijar la mirada y empezar a ver. El oído lo recuperó un poco más rápido y del tono muscular se ocuparon las sesiones de fisioterapia que hacen que sea un auténtico portento físico a día de hoy. Igual que hubo que enseñarle a ver y oír, también hubo que mostrarle el camino para tragar la comida, o para masticar.
«No caminará, no podrá». Lo dijeron sesudos médicos tras analizar todo el cuadro clínico que presentaba. Previamente, tampoco iba a poder sentarse y mucho menos a remontar desde la postura de tumbada, pero Mar quería hacerlo y lo hizo. Andar no fue una excepción. Quiso y pudo para felicidad de ella misma y de sus padres.
Lleva una vida normal, con sus sesiones de terapia y su guardería. Crece feliz y ajena a que es un caso clínico especial. No saben qué tiene, no tienen ni idea de qué le pasó a su cerebro con solo cuatro meses, ni tampoco saben si puede volver a ocurrirle algo parecido. Tenía todos los síntomas de una parálisis cerebral grave y tenía casi reservada una de esas sillas especiales pero nadie contó con sus ganas de salir adelante. Ella «no podía» pero «sí quería».
Por las tardes, Mar ofrece a los demás niños del parque cursos de cómo trepar al tobogán más alto sin ayuda y como los demás quieren subir, aprenden. ¿En qué parte del proceso perdiste el instinto humano básico de aprender? ¿Dónde logró el sistema parar tu curiosidad innata y aborregarte para que los bancos decidan por tí?
¿No puedes o no quieres? Pues eso. No me vengas con historias y, sobre todo, si decides no querer, no me torres después la cabeza.
¡¡Buen trading!!
De nada. Los padres nos tenemos que ayudar para evitar lo peor como en la bolsa: La incertidumbre.
Hola,tengo un niño con una problemática similar y ya con 7 años, hemos descubierto su origen. Te aconsejo que mires por internet información sobre NEUROFEEDBACK, el QEEG o mapeo cerebral, es una especie de electroencefalograma no invasivo que te dice de donde y porqué pasan las cosas en el cerebro. Viene de USA, la medicina oficial pasa de ello, como todo lo nuevo. Ya hay centros en Madrid.Con mi hijo yaa sabemos por fin que le pasa y podemos darle el tratamiento certero, que vamos a empezar. Espero que te ayude. Es caro, pero con un futuro se paga bien.
Un abrazo.
Muchas gracias, me pongo de inmediato a mirarlo
De mi corta experiencia en esto de derrotar imposibles y por si a alguien le sirve para su vida, sólo puedo decir que lo más difícil es el primer paso, porque se da atenazado por el miedo, pero luego se cumple aquello de dijo hace miles de años un tal Séneca, un tío de Córdoba que le daba un rato al coco: «Muchas cosas no las hacemos porque son difíciles, pero en realidad nos parecen difíciles porque no las hacemos».
En nuestro caso, el miedo se superó con racionalidad: el resto de alternativas eran peores así que había que intentarlo.
Impresionante entrada Miguel! Mar es una superviviente y tiene la gran suerte de tener una familia estupenda,que está ahí siempre.Súper Mar puede con todo y más! Un fuerte abrazo.
Super Mar es fuerte pero Super Eli lo es más jajajaja.
Os presento a su seño de la guarde. Una crack que consigue lo imposible. Un auténtico Ángel del la Guarda.
Mar quería luchar y luchó, pero también tuvo la enorme suerte de contar con unos padres que también estaban dispuestos a luchar. Enhorabuena no sólo por el final feliz sino también por esa filosofía de vida.
Todo un ejemplo a seguir.
El final no se ha esrito todavía, queda mucho camino y mucha lucha, pero las cosas pintan mejor que hace unos messs…
Enhorabuena doble, por el artículo y por tu hija 😀
Miguel me alegro muchísimo por la evolución de Mar. Vaya ejemplo de quiere vivir! Te envío un sincero abrazo y espero que de vez en cuando nos recuerdes lo bien que va creciendo tu pequeña.
Un saludo!
En esta vida te encuentras con gente que se lo dan todo hecho,no conocen el esfuerzo y la superación.Hay que intentarlo todo, el «no» ya lo tenemos,hay que buscar ir mas alla y superarse.Desde luego sois una familia entregada a la superación,luchadora , todo un ejemplo. Todo lo contrario de tu interlocutor que se queja por todo.su medicina será que la vida le enseñe la pura realidad y a no decir «no puedo», si no a intentarlo una vez y otra hasta que logres tus sueños. un abrazo para vosotros
Estupendo post, Miguel
Hola Miguel.
Mis felicitaciones para Mar
Queda demostrado que hace más quien quiere que quien puede. También, ya en este ámbito, es fácil encontrarse a gente que no quiere tomar los mandos de su vida financiera. Siempre es más cómodo no hacerlo y tener a alguien a quien culpar de los posibles fracasos. Si uno toma el mando, a la hora de culpar a alguien…hay que buscar en un espejo.
Un saludo.
Gracias por traer la historia de Mar; precisamente hoy me viene bien.
Me alegraré mucho si te sirve para algo
No suelo comentar, pero esto se merece un «chapeau». No necesita nada más la lección de vida de Mar.
Realmente muy bonito lo que acabo de leer.
Claro que si¡¡¡. Si algo se quiere realmente, se tiene que poder conseguir
Enhorabuena por este artículo. Gracias
El otro día te di las gracias. Hoy te felicito, Miguel.
«Nuestras únicas limitaciones son las que hemos creado en nuestras propias mentes».
Precioso artículo Miguel.
Mi interlocutor ha comprado un libro de Bolsa. Ya veremos en qué termina el asunto…
De lo más grato que he leído en mucho tiempo. Si se quiere se puede, sin excusas. Esa vivencia vuestra sin duda es un ejemplo de superación para los demás.
Excelente, me alegra leer eso por dos motivos, por lo que ya sabes y porque es una lección de que cada uno, si quiere, puede y no le hace falta nada más que si mismo y porqué no, amigos o familia alrededor que también quieran!!!!
Lo fácil, siempre, es dejarse llevar.