Otras maneras infalibles de perder dinero en la Bolsa
Una vez establecido que el banco es el peor aliado que podemos echarnos a la cara para manejar nuestro dinero, en la Bolsa y fuera de ella, sigamos desgranando fórmulas infalibles para perder con total diligencia nuestro dinero en la Bolsa (o alrededor de ella).
Comenzaremos en este post por el método más cercano a entregar nuestro dinero al banco porque en éste también podemos decir que no hemos sido nosotros los que hemos dilapidado nuestros dineros, sino que ha sido otro. Es otro método de pérdida por delegación y la mejor manera que se me ocurre de explicar es contar un caso real que me llegó hace unos años.
El gurú de turno
Lucas, que hoy es más que un amigo, me llegó por mediación de un amigo común contándome que estaba a punto de entregar dinero a un tipo, al que ni siquiera conocía, pero que prometía unas rentabilidades de asustar. Al parecer, el sujeto tenía un sistema de inversión y, a cambio de esa primera entrega de dinero, todas las mañanas le diría lo que tiene que hacer. Había que pagar un fijo de entrada, elevado por cierto, y trimestralmente harían cuentas.
No sé cómo llegó hasta Lucas el sujeto pero sí que captaba gente con dinero. No sé cómo conseguía los contactos, pero en este mundo de internet casi todo es posible. Supe que quien me contaba esta historia y pedía mi consejo era un empresario aguerrido, de los de trabajo, trabajo y trabajo, que veía cómo algunos conocidos estaban metiéndose de cabeza en semejante cosa y a él le surgían algunas dudas.
¿Cuántas personas crees que ha captado?, le pregunté. Como unas veinte o veinticinco que yo sepa, me respondió. ¿Crees en serio que su negocio es la parte variable o la parte fija? Concluyó que, en el mejor de los casos, al tipo le daba exactamente igual que sus clientes ganaran o perdieran porque él había ganado ya por anticipado.
Tuve la suerte de que alguien me hiciera caso por una vez en la vida y a pesar de que Lucas no me conocía de nada, confió en mi criterio. No se crean que todo el mundo se cae del guindo con tanta facilidad. Por lo general, la llamada del dinero fácil es tan potente que nadie escucha ya nada más que los cantos de sirena.
No crean que es un caso aislado. Los hay a cientos y de los más variados tipos. Y lo mejor es que siguen captando dinero. Suelen revestirse de paraguas de empresa respetable y con años en el sector y luego, si te he visto, ni me acuerdo. En este caso, el tipo incluso se permitía el lujo de tener reuniones para captar clientes y, como daba la cara, era más creíble que este otro ejemplo que les voy a poner.
El timo del visionario
Imagine que usted tiene 20.000 direcciones de email de personas interesadas en finanzas personales. Imagine que un lunes los divide en dos grupos y al primero le manda un mail presentándose amablemente, diciendo que es el creador de una revolucionaria fórmula de inversión y que mañana la Bolsa va a subir, por si quiere tenerlo en cuenta. Al otro grupo enviará el mismo mail pero diciendo que la Bolsa bajará.
Siga imaginando que repite la operación con el grupo al que haya dado el ‘soplo bueno’ y manda 5.000 mails diciendo que aún están a tiempo de hacerle caso y que mañana la bolsa subirá. A los otros cinco mil, por supuesto, les dirá que va a bajar.
Suponga que cada día repite la operación cada día. El viernes tendrá usted a más de 600 personas a las que les ha advinado cinco días seguidos lo que ha hecho la Bolsa. Por supuesto, el sábado usted envía a este selecto grupo un mail diciendo que si quieren seguir recibiendo sus orientaciones para ganar cada día en la Bolsa, tienen que pagar 1.000 euros.
No suponga más. Este tipo de timos existen y hay gente que sigue cayendo en ellos. Mucha más gente de la que uno se puede imaginar. El poder de la avaricia es tremendo, pero el del dinero aparentemente fácil es mucho mayor. Y si un tal Bernard Madoff, que un día fue presidente del Nasdaq, pudo terminar convertido en un estafador de tres al cuarto, todo lo demás es imaginable.
Pero la culpa, en realidad, no es del estafador. Es un desalmado pero, como en el timo de la estampita, el auténtico culpable es el idiota que se deja embaucar por cantos de sirena, por promesas de dinero fácil, sin esfuerzo.
En realidad, nada de esto tiene que ver con ganar o perder dinero en Bolsa. La Bolsa es la percha, la excusa, la poderosa máquina de hacer dinero que nos ponen al alcance de nuestras posibilidades, sin necesidad de esfuerzo, sin necesidad de entender una sola palabra de mercados, sin necesidad de pensar. No se me ocurre mejor calificativo para el que cae en estas cosas que idiota y no me merecen la más mínima compasión.
Si quiere ganar dinero en Bolsa, haga usted lo que le cuentan en el mail o en la captación: tenga un buen sistema de inversión. Esfuércese, busque, investigue, recorra el camino y no busque atajos. Para su sorpresa, encontrará más gente dispuesta a ayudarle que desalmados que solo quieren limpiarle la cartera, que también los hay. De ellos seguiremos ocupándonos en los próximos posts. Yo le ofrezco la amplitud del mercado como guía, pero hay más opciones igualmente interesantes y que le servirán para comenzar a separar el grano de la paja.
¡¡Buen trading!!
NOTA DEL AUTOR. Todo lo expuesto en este artículo es fruto de mi análisis, que es el resultado de años de formación y trabajo. Si te ha gustado, me haces un gran favor si lo compartes en las redes sociales. Mis análisis los publico exclusivamente con fines didácticos y no representan en absoluto una invitación a realizar operación alguna en el mercado, ni con acciones ni con ningún otro instrumento financiero. Si quieres profundizar en el estudio de los indicadores de amplitud, tanto en nuestro libro como en nuestro foro encontrarás las herramientas necesarias para hacerlo. Si necesitas una primera aproximación, nuestra Guía Rápida del Sistema puede servirte como aproximación a lo que hacemos.
Me encantan esta serie de artículos que estas haciendo, por lo bien escritos que están y porque le puede ser de mucha ayuda a los que aterrizan ahora o todavía no han pasado por experiencias desagradables.
Por cierto tengo un caso real de delegación de operativa de bolsa a un «prestigioso banco» al que le aconsejé que no lo hiciera,pero al final no me hizo caso. A día de hoy desde 2007 no se ha recuperado ni siquiera del valor de las acciones, no digamos de las comisiones.
Por cierto le propuse decirle mis movimientos de fondos-acciones y que las replicara, sabéis que me contestó, no tengo mucho tiempo (ni para meter las ordenes).
Moraleja: si no quieres calentarte los cascos ni dedicarle a la rentabilidad de tu dinero 2 horas semanales, mejor gástatelo todo y no seas pardillo de regalárselo a otros para que lo disfruten por ti.
Saludos.
¡¡¡¡¡Me gusta mucho esa moraleja!!!!!
En resumen, no ponga jamás su dinero en manos de otro…