Draghi no tiene la culpa
Posiblemente me estoy haciendo mayor, pero la verdad es que empiezo a discrepar de casi todo y de casi todos. He dejado pasar algún tiempo antes de escribir estas líneas, por si era capaz de recapacitar. Ir contra la corriente no es nada divertido, pero si tengo que ser sincero conmigo mismo, que es lo único que realmente importa, tengo que decir lo que pienso. Y lo que pienso es que Draghi no tiene la culpa del bajonazo del pasado jueves y que por más que busquen excusas en el BCE, las culpas andan mucho más repartidas de lo que quieren dar a entender.
No es Mario Draghi santo de mi devoción. Siempre he pensado que es el mejor ejemplo práctico posible de aquello de poner al zorro a cuidar de las gallinas. Este tipo estaba al frente de Goldman en Europa en la época en la que el banco de negocios estadounidense ayudó gentilmente a los griegos a falsear sus cuentas (de forma legal, eso sí).
Con posterioridad, he manifestado muchas veces mi parecer contrario a su proceder: grandes palabras y muy pocos hechos. Le he llegado a bautizar como el «bocachancla» y me parece de lo peor que hay en el mundo financiero-bursátil en estos momentos, pero no tiene la culpa del nivel de idiocia al que han llegado los mercados.
Vamos a ver. Cuando en octubre el bocachancla de Draghi sale con aquello de que están dispuestos a aumentar los estímulos lo que sea necesario, lo hace en medio de una guerra que no tarda ni diez minutos en tomar carta de naturaleza para todo el mundo. Ése fue el tiempo que necesitó el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, para decir que verdes las habían segado. Y mientras no se demuestre lo contrario, Weidmann es quien manda y no ha cambiado de postura. ¿Por qué entonces esperaban los que mandan en los mercados que Draghi pusiera más pasta encima de la mesa cada mes?
Sencillamente, porque no han hecho las cuentas. El mercado de bonos en el que el BCE hace sus compras no es infinito, sino bastante estrecho, por lo que se corre el riesgo de que el BCE sea el único actor del mercado. De hecho, ya casi lo es. Y, en segundo lugar, ¿hasta dónde habría que bajar el listón de la solvencia de los bonos para meter 15.000 millones de euros más cada mes como pretendían los sesudos analistas? Tendría que comenzar a comprar bonos de Abengoa, poco más o menos. Y les aseguro que entonces sí que iban a arreciar las críticas…
Por tanto, el BCE hace lo que puede hacer. Amplía el periodo durante el que mantendrá la QE pero no sube las cantidades mensuales. Y, de paso, eleva el precio que les cobra a los bancos por tener el dinero depositado en el BCE en lugar de ponerlo en movimiento para cosas tan bancarias como dar crédito.
Este movimiento de la elevación del tipo cobrado por depósitos ha pasado algo más inadvertido y creo sinceramente que es muy importante ya que es el que delata claramente el fracaso último de la política de estímulos del BCE. El «pacto» para este tipo de cosas viene a ser algo así como «yo creo dinero y te lo doy a cambio de papelón, pero tú conviertes ese dinero en crédito para engrasar los mecanismos».
La parte contratante de la primera parte ha cumplido su compromiso. Tiene la máquina de hacer euros recalentada y compra papel de dudosa solvencia. ¿Y la parte contratante de la segunda parte? ¿Dónde está el crédito? En ninguna parte. Los bancos prefieren tener depositado el dinero en el BCE. Y ahí sí tiene la culpa Draghi. Sólo esto sería suficiente para poner fin al programa de pretendidos estímulos. Si el dinero no va a circular y de hecho está depositado en el BCE, ¿para qué este esfuerzo?
Es curioso ver cómo quienes alentaron durante una semana las alzas porque un teletipo dijo que subirían la QE ahora echan la culpa a Draghi del bajonazo. «No ha cumplido las expectativas», dicen. Y ahí está el problema. Que el mercado esté dominado por botarates que puedan dar aún credibilidad a Draghi aclara perfectamente el panorama. A ver si se enteran de que Draghi no es el que manda y que precisamente por eso se dedica a hacer declaraciones altisonantes. El que manda es Weidmann, el Bundesbank, al que Draghi habla a través de los periódicos a ver si les ablanda el corazón. Pero no se les ablanda, no…
Y antes de que nadie me pregunte, debo agradecer el magnífico montaje a su autor, el gran KChis. No solo es un genio programando, también se divierte con el Photoshop
Totalmente de acuerdo. Al comienzo de todo, cuando llegó Draghi, y haciendo lo que tenía que hacer, que es ser «Presidente del BCE», aquel tipo, parecía serio y responsable, y su magnífica política, cuando ningún banco tenía la más mínima credibilidad ante el resto de los bancos, y el sistema financiero estaba al borde de la quiebra, ante la incapacidad de prestarse nada los unos a los otros, el, los llamó al orden, y se convirtió en el prestamista de última instancia, salvando por la campana el papelón que teníamos encima.
Poco después, éste hombre, dejó de ser el presidente, para convertirse en «El showman», un hombre venido a más, crecido, encantado de haberse conocido, y que cada aparición que hace en público, es más parecida al «Show de Draghi», que a cualquier cosa que se parezca a la labor de alguien en su cargo.
Hace un par de meses, cuando hizo su última aparición estelar, volcado completamente en una actuación llena de focos y glamour, digna de un montaje americano, similar a la entrega de los Oscar, éste señor, con su recien estrenada chaqueta de lentejuelas, descendiendo desde la bóveda celestial en un columpio, mientras fuegos artificiales tenían de colores por doquier el anfiteatro de sus sueños, cometió la torpeza de bajar al escenario, y desquitarse con un cha-cha-cha, acompañado del señor Weidmann.
Me vais a permitir recordar aquel cha-cha-cha, que puede ver en directo en la gran gala.
Empezó Draghi, cantando las primeras estrofas:
Salí a la arena del night club
y tu me recibiste con tu quite mejor
A lo que seguidamente, respondió el Sr. Weidmann entonando las siguientes estrofas:
Te invité a una copita
y te endosasé el primer revolcón.
Tenías querencia a los medios
y te tuve que meter tres puyazos de nein
para sacarte de los medios
con el beneplácito de la afición
que con olés te animaba…
Y ahi, está la decepción de los mercados, y las caídas de las bolsas, que tampoco eran ciertas, pues duraron, lo que suelen durar los movimientos, un suspiro.
Por otro lado, que el Sr. Weidman, a la vez que desautorizaba a Draghi, hiciese especial mención a la situación del euro, cuyos niveles, hasta al mismo presidente del Bundesbank, asustaban, pues éste hombre, es bastante inteligente, y entiende, que desestabilizar todo el orbe bursátil, no ha de ser bueno, así, que también enmendó la plana al «Actor secundario Draghi-bob», y le puso el cometido, y ésto es una impresión mía, de que el euro, debería remontar unos cuantos pipos, porque ése, no era su sitio.
¿Y qué pinta Goldman en todo ésto?, pues que 3 semanas, llevaba Goldman hablando del nivel psicológico de la paridad, el cual, se iba a alcanzar el día que Draghi, ampliase la cuantía del programa de compra, y además, dicha paridad, se perdería el día en que la FED suba los tipos.
Pues éso, que blanco y en botella, que si Goldman dice que todos cortos contra el euro, y el que manda en Europa, dice que Draghi no va a hacer nada…
Como decían en «Canción triste de Wall Street», «tengan cuidado ahí fuera, y no se pongan cortos».
El montaje es buenísimo, esto sí tiene mérito y no tanto programar para ganar dinero 😀 😀