El presidente Trump y los ‘trumposos’ que mandan en el mercado

Donald Trump ha ganado las elecciones y tendremos que empezar a llamarle ‘presidente Trump’. ¿Cómo vamos a llamar a los ‘trumposos’ que mandan en la Bolsa?

Sí, lo reconozco. Estoy cabreado, decepcionado, engañado, agilipollado. Me siento de nuevo un títere en manos de cuatro desalmados con balcones a la calle que nos hacen creer lo que quieren. Esos a los que solo podemos seguir por el rastro de miseria que dejan atrás. Esos que nos hicieron creer que no estaban por la posibilidad de que a Trump hubiera que llamarle ‘presidente Trump’. Los ‘trumposos’ mentian una vez más…

¿Dónde se detecta la gran mentira?

Pero esto es un blog de Bolsa y de dinero. Habrá que explicar dónde se detecta esa mentira, más allá de la increíble explosión alcista de ayer. Vamos a seguirles los pasos:

La mano fuerte había tomado posiciones el lunes al amparo oficial de las declaraciones del director del FBI (vaya personaje, por cierto) asegurando que nada de lo investigado podría llevar a los tribunales de Hillary Clinton. Obviamente, se le olvidó apostillar «bien a mi pesar». Y queda claro que cuando la mano fuerte toma posiciones no es para perder…

El problema es que esa decisión, tomada durante el fin de semana debió quedar en un círculo de confianza muy reducido. Lo digo, porque se les fue de las manos el asunto durante la noche electoral, cuando los futuros del MiniSP caían a plomo a medida que se conocían estados en los que Trump iba ganando. Se conoce que a Asia no habían llegado las noticias sobre el cambio de intereses de los que mandan. Ahora sólo les interesaba lo de siempre: ganar dinero y estar cerca del poder. Y si Hillary Clinton quedaba descabalgada, allá ella.

De esta forma, durante la noche electoral al MiniSP se le vieron hasta las vergüenzas:

Este fue más o menos el gráfico que tuiteé a las siete y media de la mañana de ayer para que mis seguidores en la radio (hay gente escuchando radio económica a esas horas de la mañana) puedan hacerse una idea de por dónde voy en mis comentarios.

Mi primera idea era que, efectivamente, el mercado había entrado en modo pánico por la posibilidad de que ganara Trump. Incluso simpaticé con la idea de que el mercado tuviera algo de humano y no fuera a celebrar el acceso al trono de amo del mundo a un tipo tan rastrero como él.

Una jugada maestra

Pero ahora sabemos que fue una argucia. La caída fue estupenda para sus intereses: compraron más barato. Y cuando las cosas llegaron a donde ellos querían, cursaron orden internacional. ¡¡Aaaa compraaarrrrr!! Y lo compraron todo y más.

Desde Europa y desde Asia algunos no daban crédito a lo que pasaba. Recuperando tras haber hecho saltar todos los stops del mundo en los mercados europeos y tras haber dejado cerrar al Nikkei con una caída del 5,36%. Visto con perspectiva, fue una jugada maestra.

Llamaron temprano a todos los que tuvieron a mano para que acudieran al trabajo antes de que amaneciera para preparar una traca importante para la apertura del mercado americano. Y lo consigueron.

Propagar un rumor y su contrario

A tal punto llegaron las cosas que en el mismo día propagaron un rumor y su contrario. Cuando estaban tratando de enderezar las cosas en la apertura europea, el dólar se iba hacia abajo. «Es porque ahora va a estar más complicado que la Fed suba los tipos de interés». Y cuando el dolar cambió de rumbo y subía y subía sin parar: «Es porque Trump quiere un país fuerte y eso incluye una moneda fuerte». Ya, pero ¿van a subir los tipos? «Eso ahora mismo es accesorio, da igual».

Más o menos esa debió ser la secuencia de acontecimientos. Conste que no hablo de conspiraciones ni nada por el estilo. Esto es el mercado y se maneja así. Que nadie se llame a engaño. Ayer colgué en el foro esto que adjunto antes de que abriera Wall Street:

Y, evidentemente, los que mandan en el cotarro no quisieron enemistarse con el nuevo dueño de los destinos del mundo. ¿Razones? He escuchado muchas y algunas realmente apreciables, pero creo que en el fondo, las subidas de ayer lo que reflejan es el miedo que le tienen a Trump los ‘trumposos’. De ahí la prisa por enderezarlo todo. Contentan al ‘presidente Trump’ y ganan el dinerito rápido.

Un mundo de trileros

¿Cómo le van a tener miedo los verdaderos amos del mundo a este botarate? se preguntará más de uno. Trataré de explicar mi tesis que, de entrada, reconozco que es peculiar.

Imaginemos un grupo de trileros. Viven de estafar a la gente. De hacerles creer que la bolita está debajo del cubilete cuando no está ni de coña. Viven del abuso sobre el ciudadano y de la tolerancia de las autoridades, que no tienen suficiente policía para desmantelar todas sus estafas en las aceras de las calles de una ciudad. Imaginen ustedes ahora que a uno de esos trileros le nombran jefe de la policía.

Pueden pasar dos cosas. Una, que se venda; otra, que no se venda. Pero mientras los trileros contactan con su ex amigo a ver cuáles son sus intenciones, procurarán no enemistarse con él, sabedores de que él si sabe cómo acabar con ellos. Conoce todos sus trucos, todos sus atajos en las huidas, todos sus lugares de reunión tras la diáspora…

Y cuando los trileros visten de Armani…

Eleven el ejemplo a otra categoría. Imaginen a un selecto grupo de personas dedicadas en esencia a aumentar su capital a costa de mentir, de extorsionar, de trampear con los impuestos, de abusar de sus trabajadores (en el buen sentido si es que pueden haber buen sentido, que conste), de aprovechar los recovecos del sistema para que prevalezcan sus intereses y sus ganancias…

Obviamente, en todo grupo de este tipo hay personas silenciosas y desconocidas, pero siempre de Armani. Pero alguno no será precisamente discreto sino más bien histriónico y en el grupo se le tendrá por un apestado. Hasta su estética deja mucho que desear…

Pues imaginen que el histrión es ahora el que manda. Ha hecho de todo lo que se puede hacer sucio para ganar dinero y ahora es el que manda. ¿Sabrá este tipo cómo cortarles las alas a aquellos que nunca quisieron ser sus amigos porque lo consideraban un payaso? Conoce las trampas, atajos, mentiras y planes de toda una selecta pléyade de cabrones muy respetables. Él mismo ha hecho uso de todo eso y no ha tenido ningún problema en admitirlo.

Si yo fuera un respetable CEO de banco de inversión americano, de conglomerado multinacional americano, de… tendría miedo. Quien ahora va a estar en el poder sí sabe cómo se mueven los hilos entre bambalinas y, lo que es peor, sabe dónde están las tijeras para cortarlos.

Pero tranquilos, llegarán a un acuerdo. Perro no como perro. Siempre he pensado que el mes y pico que transcurre entre las elecciones y la proclamación del nuevo presidente se debe a algo. Entre otras cosas, sirve para eso, para que se pongan de acuerdo.

Eso sí, pobre del que saque los pies del tiesto, que Trump necesita ser implacable con algún ‘trumposo’. Por un lado, para que su ego quede satisfecho. Por otro, para poder dar carnaza a sus votantes. Sin duda, con Hillary hubiera sido más fácil, pero es lo que hay y estos no se arredran.

¡¡Buen trading!!