Elliott, los elliottistas y yo

Elliott, los elliottistas y yo

Por favor, si es usted elliottista irredento, le ruego no olvide leer este post con algo de sentido del humor.

Siempre recordaré el día que el gran Ángel Matute (ay, amigo, cómo te echo de menos a ratos) me dijo por primera vez aquello de que el mercado se divide en cuatro grandes grupos respecto a la teoría de Ondas de Elliott:

  • Los que cuentan ondas y lo reconocen
  • Los que cuentan ondas y no lo reconocen
  • Los que no logran contar ondas y niegan intentarlo
  • Los que nunca han contado ondas pero lo intentarán en cuanto se den cuenta de que eso proporciona alguna ventaja en el mercado

Lo contamos en el libro, más concretamente en la página 45, y siempre he tenido dudas sobre en qué grupo debo encasillarme. Cuento ondas y lo reconozco. Incluso puede que cuente ondas mejor de lo que yo mismo sup0ngo, aunque no llegaré nunca al nivel de Ángel, que las pintaba en el aire mientras hablaba y se quedaba tan ancho (y yo flipaba, claro). Me pasa un poco lo que a nuestro amigo Dor, a quien llevan los diablos en el foro cada vez que alguien habla de un recuento sin poner un gráfico debidamente etiquetado. Necesito ver para creer e incluso viendo tengo grandes dificultades para creer.

Psicoanálisis de mi relación con Elliott

Hagamos un poco de psicoanálisis de mi relación con Elliott y sus ondas a ver si sacamos todos algo en claro.

Pongamos por delante que me fascina el número phi, que las proporciones áureas están presentes en la naturaleza y que entiendo que es muy creíble que se cumplan también en el mercado cuando en él no hay una fuerza dominante. Por tanto, asumo de buen grado que una corrección termina casi siempre en una relación de Fibonacci respecto del impulso al que corrige e incluso estoy dispuesto a asumir que las amplitudes de las ondas pueden estar conectadas por alguna de las pautas presentes en la secuencia de Fibonacci.

Se puede ver bastante bien en este gráfico que he preparado ex-profeso:

SP 500 ELLIOTT 1

De hecho, los niveles de soporte y resistencia relevante del gran Luis Ortiz de Zárate (gracias, maestro, por la deferencia que siempre has tenido con nosotros) me conquistaron por la simplicidad de su cálculo. Allí donde confluyen varios niveles de Fibonacci es muy posible que haya un nivel relevante, coincida o no con niveles de soporte o resistencia técnica. He comprobado hasta la saciedad cómo niveles relevantes pintados en el más puro aire hacen su función de soporte o resistencia magníficamente.

A ver si el problema es con los elliottistas…

¿Entonces, cuál es el problema? Creo sinceramente que tengo menos problemas con Elliott que con los elliottistas, que suelen hablar como si fueran capaces de predecir el futuro cuando en realidad están usando la herramienta que yo uso sólo como una entre muchas más para hacerme una idea de dónde estamos.

Tengo para mí por cierto, haciendo una abstracción al absurdo, que hay dos tipos de seguidores de Elliott:

  • Los que saben lo que va a pasar a ciencia cierta
  • Los que temen lo que va a pasar, que siempre es el fin del mundo

No son grupos impermeables y por lo general, la mayoría de los elliottistas irredentos pertenece a los dos. Son pocos, aunque alguno conozco, los que practican lo que Ángel solía calificar como «humildad en el conteo» dadas las grandes posibilidades existentes de que lo que predican hoy resulte falso apenas en unas horas. No hay problema, porque un buen elliottista siempre tiene dos conteos y hasta tres posibles, así que si falla el plan A, pasa al plan B sin sonrojarse, que esto no es una ciencia exacta…

El aquelarre de 2010

Recuerdo en el verano de 2010 y en agosto de 2011 a Robert Prechter pronosticando poco menos que el fin del mundo en la prensa americana en base a sus más que respetables conteos:

SP 500 ELLIOTT 2

El problema en el verano de 2010 era que al mercado le iba a dar por seguir la trayectoria de la línea roja. Era «inevitable» porque la crisis del euro iba a terminar con la moneda única, se iba a romper la UE y no sé cuántas otras desgracias más que, por supuesto, se podían ver muy claras en el gráfico (que no estaba relleno por la derecha aún). El conteo válido,. según él, en ese momento era el marcado en la corrección con las letras en rojo. ¡¡Le faltaba la onda C que nos iba a mandar al carajo!!

He tenido la mala idea de poner debajo nuestro indicador de tendencias más fiable, el McClellan Summation Index del Nyse. En ese verano de 2010 estuvo flojto, incluso por debajo de cero, pero muy por encima del nivel -1.500 que nos alerta de un posible cambio de tendencia. No hice caso a Prechter, afortunadamente. Me consta que Ángel tampoco le hizo caso.

Las puertas del infierno abiertas de par en par

Agosto de 2011 y los meses que siguieron a la gran caída fueron duros, pero lo peor fue escuchar los cantos apocalípticos de Prechter y los suyos. Ahora sí. Ahora es cuando estamos ante el siguiente impulso bajista porque se ha completado el ABC (marcado en negro). En cuanto el mercado falló el primer máximo se lanzaron a degüello a pronosticar la apertura de las puertas del infierno para todos los alcistas.

Tomada la distancia al origen del impulso, allá por marzo de 2009, en agosto de 2011 estábamos justo en el 78,6% de corrección de la onda bajista comenzada en octubre de 2007. Y si contamos desde el mínimo del retroceso de 2010, estábamos en ese momento en una proporción del 261,8% respecto a la primera onda del impulso que nos llevó de 2010 a 2011, marcada como G en el primer gráfico, y del 61,8% de la amplitud de la onda B, la que arranca en marzo de 2009 y nos lleva hasta la corrección de 2010. !!Con esas proporciones, no podía fallar la previsión de hundimiento del mercado!!

El McClellan Summation Index del Nyse, una vez más, llevó razón y no llegó la sangre al rió. Había una resistencia relevante, pero que muy relevante y la corrección fue de las que gustan a los bajistas, pero llegó el momento de la verdad y la Fed puso más dinero encima de la mesa y se acabaron los problemas. Seguramente, el problema está ahí. La teoría de Elliott se cumple en entornos libres, no manipulados, y el mercado no lo es desde hace ya mucho tiempo.

¿Y en esta última corrección?

Pues en esta corrección, en la que las cosas han estado realmente al borde del desastre, con aviso incluido del Summation, la mayor parte de los elliottistas no ha sido demasiado alarmista. ¿Y eso?

SP 500 ELLIOTT 3Ahora manejan mayoritariamente este recuento y confian en que al mercado le queda un máximo por hacer. Lo que discuten ahora es dónde va a llegar, asi que voy a introducir otro factor de discusión con un viejo gráfico que tenía guardado de hace tiempo y al que le falta toda la última corrección:

SP500

¿Y si el bueno fuera éste? Ya aviso que me van a hablar de la imposibilidad de que éste sea el bueno porque las ondas que cuento no son del mismo rango y también aviso que eso de los rangos es tan relativo que cuando hay que cuadrar un conteo a martillazos nadie los tiene en cuenta.

En definitiva, que estas son mis cuitas con los conteos de Ondas de Elliott. Es un poco como Groucho Marx aplicado a la Bolsa. ¿No le gusta este conteo? No se preocupe, que tengo otros…

Eso sí, es una arma extraordinaria, si no te obsesionas con sus reglas y normas, para hacerte una idea de lo que puedes esperar en el mercado. Además, tengo suerte. En el foro, Garimpeiro, David y alguno más nos surten casi a diario de conteos actualizados (algunas veces con gráficos y todo). Hasta Dor se ha lanzado por el sendero de lo innombrable alguna vez. Y cuando todo es imposible, la maquinita del MotiveWave nos lanza su veredicto, que también es imposible la mayoría de las veces…

¿Tú cuentas ondas? Me lo preguntan muy habitualmente y lo aclararé convenientemente aunque creo que lo hice ya en el libro. Lo hago pocas veces al alza, pero cuando el mercado corrige, cuento como un canalla, que si una señal del Oscilador McClellan se produce después de una pauta completa de corrección, aunque la consigamos a martillazos, tenemos la esperanza estadística de nuestro lado. Y eso es lo realmente importante.

¡¡Buen trading!!

NOTA DEL AUTOR. Todo lo expuesto en este artículo es fruto de mi análisis, que es el resultado de años de formación y trabajo. Si te ha gustado, me haces un gran favor si lo puntúas y lo compartes en las redes sociales (incluso cliqueando un “Me Gusta” en la nueva página que hemos creado en Facebook). San Google valora mucho estas cositas.

Recuerdo al lector de forma expresa que todo cuanto ha podido leer en este blog se publica con fines didácticos y no representa en absoluto una invitación a realizar operación alguna en el mercado, ni con acciones ni con ningún otro instrumento financiero. Si quieres profundizar en el estudio de los indicadores de amplitud, tanto en nuestro libro como en nuestro foro encontrarás las herramientas necesarias para hacerlo, incluso una tabla de Excel con todos los datos y cálculos necesarios. Si necesitas una primera aproximación, nuestra Guía Rápida del Sistema puede servirte como aproximación a lo que hacemos.

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4 comentarios en «Elliott, los elliottistas y yo»

  1. Yo creo que conseguimos aproximarnos a la teoría de Elliott (que no es fácil porque es muy heterodoxa) pasamos por una fase de fascinación en la que creemos que, dominando la teoría y echándole horas, se puede entrar en el mercado a pecho descubierto y decirle cuándo toca corregir o a dónde tiene que llegar.
    Hay después una fase de rechazo, al ver que el mercado no se sabe bien la teoría, en la que se descarta todo lo aprendido, tachándolo de esotérico.
    Finalmente hay una fase de más madurez en la que Elliott ocupa su sitio en el edificio conceptual de la especulación. No es un sitio preferente pero sin duda aporta cosas que ninguna otra técnica puede y contribuye a encontrar esos momentos de máxima probabilidad de acierto

  2. Miguel, LOZ es la prueba viviente de que se pueden predecir los movimientos si se sabe contar «de verdad», pero claro, exige una dedicación plena y llevar recuentos en varios horizontes temporales, como ir construyendo una edificio.
    E incluso así estoy seguro de que siempre hay al menos 2 posibilidades, y además es «mu estresante».
    Es por ello que LOZ «parió» su brillante Teoría Relevante en 2003, la cual, por cierto, ha ido evolucionando y mejorando con el tiempo, aunque las técnicas explicadas en el libro sean válidas y efectivas.

    Un detalle curioso es que el mismo LOZ desaconseja encarecidamente intentar aprender a contar jeje

    Lo que diferencia en mi opinión a los «buenos contadores» (entre los cuales no me incluyo, ni mucho menos), son capaces de definir un nivel cuya superación deja una sola posibilidad válida, y operan en función a eso.

    El autor de cabecera de LOZ es Neely, pero en su ‘New Wave’, porque parece que después desvarió un poco y perdió su esencia.

    Yo intento contar sabiendo que es casi seguro que la previsión de mi recuento no se cumplirá jajaja
    Lo que pasa es que al calcular Niveles Relevantes se puede decir que ya estás contando sin quererlo.
    Además, una de las técnicas de LOZ, las bonitas, tienen como objetivo «cazar» ondas extendidas, que suelen ser muy poco corregidas y rápidas (ondas 3 normalmente). Eso sí, le importa un bledo a qué onda de grado mayor pertenezca esa onda «a cabalgar», ya que para la operativa es absolutamente irrelevante.

    Una última cosa: no cometas mi mismo error de dar por hecho que toda corrección debe consumir un mínimo porcentaje de la amplitud del movimiento que corrige…

    Saludos y buen fin de semana!

  3. Con Elliott me ocurre como con todo en la Bolsa. Todo es relativo hasta que se alinean los planetas y entonces deja de serlo

    • Muy bien argumentado como siempre Miguel.
      Es curioso la fascinación que produce Elliott entre el mundo bursátil.
      En el libro de Prechter y Frost se dice lo siguiente: El Principio de las Ondas, no es básicamente UN INSTRUMENTO DE PREDICCIÓN: es una DESCRIPCIÓN DETALLADA del comportamiento de los mercados.
      Y ahí creo que radica el error, que a veces se toma como algo mágico que hará que el mercado vaya por donde Elliott le mande y no que describa lo que puede estar sucediendo, teniendo presente que puede haber más de un camino.