Lo que faltaba era un Hindenburg Omen activado en Wall Street

Dice el viejo refrán castellano que «a perro flaco todo son pulgas». Por si no hubiera bastante lío, el Hindenburg Omen ha hecho su fantasmagórica aparición en Wall Street.

Debo decir que no es el Hindenburg Omen un indicador que me guste. Es más, me gusta poco. Pero hay que reconocer que siempre que las cosas se han puesto feas, el Hindenburg Omen había lanzado su advertencia.

¿Por qué me gusta poco entonces? Porque no es un indicador sino que hay varios indiocadores posibles. Jim Miekka lo enunció de una manera y luego lo modificó. El cambio se recoge en el magnífico libro de Greg Morris «The Complete Guide to Market Breadth Indicators» :

• Que el índice de referencia esté por encima del valor que registró 50 sesiones antes
• Que el Oscilador McClellan esté por debajo de cero
• Que el número de nuevos máximos anuales y nuevos mínimos anuales estén por encima del 2,8% del total de valores negociados

Pero es precisamente el hecho de que el autor lo cambiara y que falleciera al poco tiempo lo que ha dado pie a que cada cual lo calcule como Dios le da a entender.

Comencemos con la versión oficial del propio Miekka, con las condiciones establecidas en el libro de Morris y enumeradas anteriormente. Lleva ya unas sesiones diciendo que las cosas están feas:

El indicador se calcula teniendo en cuenta la amplitud del Nyse y la evolución del Nyse Composite y por eso lo represento con el gráfico de este índice.

Pero hay «evoluciones» de este índice de muy diversos analistas que lo refieren al S&P 500 y la amplitud del Nyse e incluso a la amplitud calculada sólo para los valores del indice de referencia.

Particularmente, como todo el que me haya leído más de un día sabrá, me gusta referir mis indicadores a la suma del Nyse y el Nasdaq, los dos mercados más importantes de Estados Unidos, así que lo he calculado añadiendo como referencia la que también es la mía habitual, el S&P 500. Obviamente, he ajustado los parámetros para endurecerlo un poco por aquello de que el Nasdaq es algo más «festivalero» que el Nyse:

Da menos señales y esta vez también se ha activado. Cabe decir que aunque no me guste este indicador lo he estudiado a fondo y que no aplico su regla de terminación rápida, cuando el Oscilador McClellan vuelve a positivo. En los tiempos en los que el mercado americano era otro, esta condición era muy aceptable, pero ahora mismo las dudas del mercado se traducen en zizagueos del Oscilador McClellan en torno al cero, por lo que ninguna señal sería válida. Ojo, que esto ocurre con el indicador de Miekka sobre el Nyse también.

Pero de lo que se trata es de dar una visión general del comportamiento del indicador y lo haré en las dos versiones, la original y la mía.

Hay pequeñas diferencias y un acierto reciente más en favor del mío, que si avisó en la gran caída de 2015. Por lo demás, en ninguna versión que yo conozca ha sido capaz de anticipar las caídas de 2010 y 2011, ambas han sido capaces de anticipar los cambios de tendencia de 2000 y 2008 y solo el de Miekka pudo anticipar el «crash» de 1987 ya que no cuenta los valores que repite y el mío sí. Con esta pequeña variación sí hubiera tenido el mismo resultado.

Pero a lo que íbamos. Un indicador que avisa de posible catástrofe esta diciendo que las cosas están feas. No es novedad. Ya lo sabíamos. Pero es un dato más a tener en cuenta porque aunque el Hindenburg Omen gasta mucha pólvora en salvas, la prudencia nunca está de más.

¡¡Buen trading!!

NOTA DEL AUTOR: Nada de lo contenido en el presente artículo debe ser tomado como una invitación a la toma de posiciones en mercado alguno. Se trata de mi análisis particular sobre la situación de las Bolsas, compartido por puro placer y resultado de años de trabajo e investigación en los campos de la amplitud de mercado y la mano fuerte. Si quieres profundizar en alguno de los conceptos utilizados, puedes hacerlo con nuestro libro o en nuestro Foro, pero lo más rápido es que me dejes un comentario con tu pregunta e intentaré ofrecerte algunas respuestas si es que las tengo…